Infecciones Regionales


1. Absceso del labio superior
Se desarrolla en el tejido conjuntivo laxo debajo de la apertura piriforme. Generalmente es originado por la infección de los canales radiculares de los dientes antero superiores. La hinchazón característica borra el surco naso geniano.
La incisión de drenaje se realiza en el pliegue mucolabial paralelo al proceso alveolar. Se introduce una pequeña pinza hemostática hasta el periostio cercano al ápice responsable para facilitar la evacuación del pus. Puede utilizarse un dren de goma.

2. Absceso de la Fosa Canina
Localizado en un pequeño espacio entre el músculo elevador del labio superior y el músculo canino. Se consideran responsables los conductos radiculares infectados de los premolares y principalmente los caninos superiores. El edema está localizado en la región infraorbitaria y se extiende hasta el canto interno del ojo, párpado inferior, borde lateral de la nariz hasta la comisura labial. También existe borramiento del surco nasogeniano e hinchazón del labio.
La incisión de drenaje se realiza vía intraoral en el fondo del surco vestibular, en la región canina. Se introduce una pinza hemostática pequeña hasta que entre en contacto con el hueso, mientras se realiza un ligero masaje infraorbitario. Se puede colocar un dren de goma suturado en la mucosa.

3. Absceso del Espacio Bucal
Este espacio se ubica entre los músculos buccinador y el masetero. Se comunica por arriba con el espacio pterigopalatino y por debajo con el espacio pterigomandibular. La difusión del pus en este espacio depende de la posición de los ápices dentales responsables de la infección relativa a la inserción del músculo buccinador.
La infección de este espacio puede provenir tanto de los dientes posteriores de la maxila como de la mandíbula. Se caracteriza por la inflamación de la mejilla desde el arco cigomático hasta el borde inferior de la mandíbula y desde el borde anterior de la rama mandibular al ángulo bucal. La piel se muestra tensa y rojiza. El absceso fluctuante busca el drenaje espontáneo que formará una fístula si no es tratado a tiempo.
El tratamiento suele ser intraoral, por tres razones principales:
       1.- Porque en la mayoría de casos el absceso fluctúa en la boca
       2.- Para evitar posibles lesiones al nervio facial
       3.- Por razones estéticas
La incisión de drenaje se realiza en sentido antero posterior en la región posterior bucal con cuidado de no lesionar el conducto parotídeo. La incisión extraoral se realiza cuando se prevé que el drenaje intraoral no será adecuado y se realiza dos centímetros por debajo y paralelo al borde inferior de la mandíbula.

4. Absceso Infratemporal
El espacio infratemporal es el espacio superior al espacio pterigomaxilar, lateralmente limitado por la rama mandibular y el músculo temporal. Medialmente está limitado por los músculos pterigoideos continuándose con la fosa temporal. En este espacio se ubican importantes estructuras anatómicas como los nervios mandibular, milohioideo, lingual, bucal y cuerda del tímpano, así como la arteria y nervio maxilar y el plexo venoso pterigoideo.
La infección de este espacio puede ser causado por la infección de los ápices radiculares de las piezas posteriores maxilares y mandibulares a través del espacio pterigomaxilar, o por la contaminación producida al anestesiar los nervios alveolares posteriores o dentarios inferiores.
El paciente presenta hinchazón desde la región anterior de la oreja por encima del arco cigomático hasta el párpado, dolor a la apertura bucal con desviación hacia el lado afectado y trismus.
La incisión de drenaje intraoral se realiza a fondo de surco lateral al tercer molar y medial a la apófisis coronoides en dirección póstero superior. Extraoralmente se comienza una incisión en la piel de aproximadamente 3 cm. en dirección superior, en la unión de los procesos frontal y temporal del hueso cigomático. Se introduce una pinza hemostática en búsqueda de la colección purulenta. Puede utilizarse un dren de goma por dos o tres días.

5. Absceso Temporal
El espacio temporal es la continuación superior del espacio infratemporal, se divide en espacios superficiales y profundos. La infección es causada por la diseminación superior del espacio infratemporal. Se caracteriza por un edema doloroso de la fascia temporal acompañado de trismus y dolor a la palpación.
La incisión de drenaje se realiza en sentido horizontal en el margen del pelo aproximadamente 3 cm. por encima del arco cigomático. Una pinza hemostática ayuda a llegar al centro de la colección purulenta para drenarla si es necesario ayudándose de un dren de goma.

6. Absceso Mentoniano
La acumulación del pus en este caso es en la región anterior de la mandíbula debajo del músculo mentoniano. La infección se propaga en dirección de la sínfisis y generalmente es el resultado de la infección de los conductos radiculares de los dientes antero inferiores.
La hinchazón en la barbilla es firme y dolorosa, la piel se muestra rojiza y brillante.
La incisión de drenaje intraoral se realiza al fondo del surco vestibular. Es los casos de drenaje extraoral se realiza una incisión paralela al borde inferior de la barbilla de 1 a 1.5 cm. hacia atrás. De la misma manera se utiliza en el drenaje una pinza hemostática y un dren de goma suturado a la piel.

7. Absceso Submentoniano
El espacio submentoniano está limitado superiormente por el músculo milohioideo, lateralmente por el vientre anterior del músculo digástrico, inferiormente por la fascia cervical profunda que se ubica por encima del hueso hioides, el músculo cutáneo del cuello y la piel.
Este espacio contiene la vena yugular y los ganglios linfáticos submentonianos.
La infección se origina en los dientes antero inferiores o por propagación de los espacios mentoniano, sublingual o submandibular.
La infección se observa como una hinchazón indurada y dolorosa que puede llegar a extenderse hasta el hueso hioides.
La incisión de drenaje se realiza en la piel en dirección horizontal paralela al borde anterior de la barbilla procediendo como en los demás casos.

8. Absceso Sublingual
Existen dos espacios sublinguales laterales a la línea media y divididos  por una fascia densa. Estos espacios limitan por arriba con la mucosa del piso de boca, por debajo con el músculo milohioideo y por delante y a los costados por la superficie interna del cuerpo mandibular. Medialmente limita con el tabique lingual y posteriormente con el hueso hioides. Este espacio contiene el conducto submandibular o de Wharton, la glándula sublingual, el nervio lingual, las ramas terminales de la arteria lingual y parte de la glándula submandibular.
Los dientes comúnmente responsables de la infección de este espacio son los antero inferiores, los premolares y el primer molar cuyos ápices se encuentran por encima de la inserción del músculo milohioideo. La infección también puede provenir de los espacios submandibular, submentoniano o láterofaríngeo.
La hinchazón se observa en el piso de boca y eleva la lengua hacia el paladar, se borra el surco lingual y la mucosa tiene un color azulado. El paciente tiene dificultades para hablar a causa del dolor y edema.
La incisión de drenaje es intraoral, lateral y a lo largo del conducto de Wharton y del nervio lingual. Se inserta una pinza hemostática en sentido antero posterior por debajo de la glándula. Puede utilizarse un dren de goma.

9. Absceso submandibular
El espacio submandibular está limitado lateralmente por el borde inferior del cuerpo mandibular, medialmente por el vientre anterior del músculo digástrico, posteriormente por el ligamento estilohioideo y el vientre posterior del músculo digástrico. Por arriba con los músculos milohioideo e hiogloso y por debajo por la capa superficial de la fascia cervical profunda. Este espacio contiene la glándula submandibular y los ganglios linfáticos de la región.
La infección de este espacio puede ser ocasionado por la infección de los conductos radiculares de los segundos y/o terceros molares inferiores, si sus ápices se encuentran por debajo de la inserción del músculo milohioideo o por la propagación de los espacios sublingual o submentoniano.
La infección presenta moderada hinchazón, pero cuando se extiende el edema es indurado con la piel subyacente enrojecida. También se presenta el borramiento del ángulo mandibular. El compromiso del músculo pterigoideo interno ocasiona trismus.
La incisión para el drenaje se realiza en la piel, un centímetro por debajo y paralelo al borde inferior de la mandíbula. Debe tenerse en cuanta el posible daño colateral que podría producirse en los vasos y nervios faciales (la incisión debe ser posterior a estos)
La inserción de una pinza hemostática tiene por finalidad comunicar los espacios infectados y facilitar el drenaje. La disección roma debe incluir la superficie lateral de todo el cuerpo  mandibular, pues el pus suele ubicarse también en esta área.

10. Absceso Submaseterino
Este espacio tiene forma de hendidura y está ubicado entre el músculo masetero y la superficie lateral de la rama mandibular. Posteriormente está limitado por la glándula parótida y anteriormente por la mucosa de la zona retromolar.
La infección de este espacio se origina en los terceros molares inferiores (pericoronaritis) y en raras ocasiones por migraciones de abscesos.
Se caracteriza por un edema firme doloroso a la presión que se extiende desde el borde posterior de la rama mandibular hasta el borde anterior del músculo masetero, con severo trismus y borramiento del ángulo mandibular. Al observar intraoralmente, se encuentra edematosas las zonas retromolar y el borde anterior de la rama.
El tratamiento básicamente es intraoral. Una incisión comienza en la apófisis coronoides, corriendo a lo largo del borde anterior de la rama hacia el surco vestibular hasta aproximadamente el segundo molar. Extraoralmente la incisión se debe realizar en la piel por debajo de la mandíbula. En ambos casos una pinza hemostática debe introducirse hacia el centro de la supuración hasta tocar tejido óseo. Dado a que es frecuente la manipulación del área, es difícil drenar y a menudo se presenta recidiva.

11. Absceso Petrigomandibular
Este espacio está limitado lateralmente por la superficie medial de la rama mandibular, medialmente por el músculo pterigoideo interno, superiormente por el pterigoideo lateral, por delante el rafe pterigomandibular y por detrás por la glándula parótida.
El espacio pterigomandibular contiene el paquete neurovascular mandibular, el nervio lingual, parte de la almohadilla de grasa bucal y se comunica con los espacios pterigopalatino, infratemporal, faríngeo lateral y submandibular.  
El absceso de este espacio es causado por la infección de los terceros molares inferiores o por contaminación en la técnica anestésica dentaria inferior.
En el paciente se observa trismus severo, leve edema bajo el ángulo mandibular y dificultad en la deglución. Intraoralmente la úvula está desplazada y el paladar blando edematizado.
La incisión para el drenaje se realiza en la mucosa oral mesialmente y a lo largo de la cima del reborde por detrás del tercer molar. La incisión debe tener 1.5 cm de largo y 3 a 4 mm de profundidad. Una pinza hemostática se introduce hasta que entre en contacto con la superficia medial de la rama.

12.Absceso Faríngeo Lateral
Este espacio es de forma cónica, con la base hacia el cráneo y el ápice hacia la carótida. Está limitado por la pared lateral de la faringe, el músculo pterigoideo lateral, la apófisis estiloides y la asociación conjunta de músculos y ligamentos con la glándula parótida. Contiene la arteria carótida interna, la vena yugular interna, sus respectivos ganglios linfáticos, los nervios glosofaríngeo, hipogloso, vago y accesorio. Se comunica con el espacio submandibular y con el interior del cráneo a través de los agujeros respectivos.
Las infecciones de este espacio se originan en los terceros molares o como resultado de las propagaciones de los espacios submandibulares y/o pterigomandibulares.
Extraoralmente se observa edema en la región lateral del cuello que puede extenderse hasta el tragus de la oreja. Se observa desplazamiento de la pared faríngea, las amígdalas y la úvula hacia la a media. El dolor se irradia hacia el oído, con trismus y dificultad para deglutir. Puede presentarse fiebre y malestar general.
El drenaje extraoral es similar al del absceso submandibular con una incisión de 2 cm de largo, inferior o posterior a la porción posterior del cuerpo mandibular. El drenaje intraoral es muy arriesgado por presentarse la posibilidad de aspiración de pus.

13. Absceso Retrofaríngeo
El espacio retrofaríngeo se encuentra por detrás de los tejidos blandos de la pared posterior de la faringe. Está limitado anteriormente por el músculo constrictor superior de la faringe y la fascia asociada, posteriormente por la fascia prevertebral, superiormente por la base de cráneo y por debajo por el mediastino posterior.
Las infecciones de este espacio se originan en el espacio faríngeo lateral.
Clínicamente se presentan los mismos síntomas que en el espacio faríngeo lateral con mayores dificultades en la deglución. Si no es tratado a tiempo, se corre el riesgo de obstruir las vías respiratorias superiores debido al desplazamiento de la pared posterior de la faringe hacia adelante, aspirar pus en los pulmones por la ruptura del absceso o diseminar la infección al mediastino.
El tratamiento es el drenaje a través del espacio faríngeo lateral con administración obligatoria de antibióticos.

14. Absceso Parotídeo
El espacio parotídeo se encuentra en el área de la rama mandibular entre las capas de la fascia de la parótida. Se comunica con el espacio faríngeo lateral el espacio submandibular.
Contiene la glándula y conducto parotídeo, las arterias carótida externa, temporal superficial y facial, la vena retromandibular y los nervios auriculotemporal y facial.
La infección de este espacio se origina en los molares adyacentes o en los espacios adyacentes submandibular o faríngeo lateral.
Se presenta un edema característico de la región retromandibular y parotídeo, con dificultad en la deglución y dolor principalmente a la masticación que se irradia al oído y región temporal. En algunos casos hay enrojecimiento de la piel y fluctuación subcutánea. Puede obtenerse también un exudado purulento que emerge del conducto parotídeo al aplicar presión en la zona.
La incisión de drenaje es amplia y posterior a la rama mandibular teniendo cuidado en no lesionar la respectiva rama del nervio facial.